Chile es un país neoliberal. No es una opinión, es un hecho. Bajo este modelo, los puertos fueron regalados al capital privado, convirtiendo nuestro suelo fiscal en un negocio ajeno al pueblo. Llevamos más de 25 años esperando cambios en el Congreso. Pero si la ley no cambia, entonces usémosla para hacer justicia.

El problema no es solo la ley. Es la complicidad de quienes no la aplican. Por eso, este llamado no es solo al Gobierno, sino a las ciudades, a las regiones y a las comunidades que han sido obligadas a cargar con el peso de un progreso que nunca llega para ellos.

¿Quién gana y quién paga?

• Las ganancias son de unos pocos: Grandes empresas extranjeras y grupos económicos.
• Los costos los pagamos todos: Calles destruidas, aire envenenado, salud quebrada, territorios abandonados.

¡Basta de saqueo disfrazado de desarrollo! Es hora de exigir lo nuestro con las herramientas que el propio sistema nos da.

Propuestas Concretas: Herramientas para Hacer Justicia

1. Impuestos Verdes: Que la contaminación se pague

• Gravar con fuerza las emisiones que contaminan de barcos y camiones, diésel y otros vehículos son utilizados para faenas portuarias
• Que los que envenenan nuestro aire paguen por limpiarlo.

2. Peaje Municipal Portuario: Las calles son nuestras

• Todo camión que entre o salga del puerto pagará.
• El dinero debería ir directamente a salud, educación, reparar vías, mejorar el transporte público y sanear el ambiente.

¿Quién puede actuar?

• Los municipios tienen el poder de aplicar estas medidas hoy mismo.
• Los concejales deben defender a sus vecinos, no a las empresas.
• Las comunidades deben organizarse y exigir sus derechos.

Si las empresas se oponen, la respuesta será clara: Acciones legales, movilización social y presión sin tregua. Las leyes existen. Lo que falta es coraje para usarlas.

Conclusión: ¡Esta vez, el puerto pagará!

Valparaíso, San Antonio, Quintero y Ventanas no son basureros industriales. Son territorios con dignidad, y hoy debemos defenderla.

No pedimos limosnas. Exigimos justicia.
El neoliberalismo nos robó demasiado. ¡Es hora de cobrar la deuda!

Por un Chile donde los poderosos no decidan todo.
Donde el progreso no sea solo para unos pocos, sino para quienes lo hacen posible.

¡Escríbele a tu concejal!
Que cumpla con su deber de defender la ciudad que lo eligió.

Defendamos la ciudad.
Jorge Bustos