¿Un nuevo ciclo progresista o solo un último esfuerzo global?

Desde Europa hasta América Latina, líderes progresistas se reunieron en Santiago de Chile para enfrentar lo que consideran una amenaza común: el avance de una ultraderecha cada vez más articulada, que ya no necesita tanques ni golpes de Estado, sino que se sirve de algoritmos, discursos de odio y desinformación para ganar terreno.